Ardiendo entre los recuerdos
Éramos dos poemas sin rima, desolados entre las armonías
E intentando componer versos sin tanta agonía.
Y estamos perdidos sin alguien que siga con la simetría
porque nosotros nos vamos junto con las melodías.
Y sigo creyendo las mentiras de un lápiz,
Creo que empezamos a ver las letras en un tono rojizo
de los trozos de las plumas hechas triza.
Déjame correr las rimas contigo
Y así tal vez sanar las heridas que dejaron las palabras
Y quizá poder respirar algo más que melancolía lírica.
Déjame razonar las estrofas de nuestra vida
Y escribir el final en una galaxia perdida
[O más bien en tus ojos].
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